50g cacao amargo en polvo
1 cta café molido
300g azúcar
12 claras
1 cta cremor tártaro
1/4 cta sal
1 cta esencia de vainilla
Azúcar impalpable para espolvorear
Precalentar el horno a temperatura media baja, 170°C. Enmantecar y enharinar un molde con tubo central de 25 cm de diámetro con base desmontable.
Tamizar la harina con el cacao, agregar el café y 150g de azúcar. Con ayuda de una batidora en potencia media, batir aparte las claras, el cremor tártaro y la sal hasta que la mezcla tome cuerpo. Subir la batidora en potencia máxima y agregar el azúcar restante. Batir hasta formar picos en la superficie. Perfumar con la esencia de vainilla e incorporar la mezcla de harina a las claras batidas, con movimientos suaves y envolventes (con espátula, sin batidora).
Volcar la preparación en el molde y llevar al horno durante 40-45 minutos o hasta que esté dorada y esponjosa. Dar vuelta el molde, colocarlo sobre tacitas de café invertidas o sobre una budinera de manera que quede suspendido en el aire y dejar que el bizcochuelo enfríe por completo. Luego desmoldar y espolvorear con azúcar impalpable.
Tip: para cortarlo use un cuchillo con sierra ya que si presiona el bizcochuelo con un cuchillo común, se aplastará.
Fuente: El gran libro de las tortas, tartas y budines. Clarín